Economía global: El cautiverio de los números #1
¿Por qué la economía global?
Estudiar la economía global se ha convertido en una necesidad no solo para los expertos en economía, sino para todas las personas hoy en día. La razón de ello es el aumento de las relaciones económicas entre países y el hecho de que las fronteras han desaparecido en gran medida en términos económicos. Por ejemplo, aunque la crisis financiera mundial de 2008 comenzó en Estados Unidos, se extendió rápidamente a Europa, Asia y los países en desarrollo, dejando a millones de personas sin empleo. Esta situación muestra claramente que incluso los problemas económicos que experimenta un solo país pueden afectar al mundo entero. Además, ejemplos como el hecho de que las piezas de los teléfonos móviles que utilizamos hoy en día se fabriquen en diferentes países y se monten en otros, que los alimentos que consumimos procedan de todo el mundo y que los precios de la energía se determinen en los mercados internacionales, demuestran que la economía global está directamente relacionada con nuestras vidas. Por lo tanto, comprender el concepto de economía global es fundamental para entender tanto la política mundial como la vida cotidiana de las personas.
¿Qué es la economía global?
En términos sencillos, la economía global se refiere a la estructura en la que las actividades económicas de todos los países del mundo están interconectadas y funcionan como un único sistema. En términos académicos, la economía global es un orden económico en el que el capital, los bienes y servicios, la mano de obra, la tecnología y la información trascienden las fronteras nacionales y se integran, aumentando la dependencia mutua. Para comprender este concepto, es necesario examinar sus componentes fundamentales. En primer lugar, el comercio internacional es el pilar más importante de la economía global, ya que los países importan bienes y servicios entre sí para satisfacer sus necesidades. El segundo elemento es la movilidad del capital. El capital puede fluir de un país a otro con fines de inversión; por ejemplo, una empresa estadounidense que abre una fábrica en Turquía o invierte en bolsas de valores extranjeras es un ejemplo de ello. Además, la movilidad laboral, o migración, es también uno de los componentes fundamentales de la economía global. En particular, la migración de mano de obra cualificada a los países desarrollados ha dado lugar al fenómeno de la fuga de cerebros. Por último, la difusión de la tecnología y la información está transformando rápidamente la economía mundial. La tecnología de inteligencia artificial desarrollada hoy en un país puede utilizarse en todo el mundo en poco tiempo. Por lo tanto, la economía mundial representa una integración en la que los países no pueden actuar de forma independiente unos de otros en el mundo moderno.
La economía global actual
La economía global actual se caracteriza por un alto grado de integración, una rápida transformación tecnológica y una incertidumbre constante. El volumen del comercio internacional ha aumentado exponencialmente desde la década de 1990, junto con la aceleración de la globalización. Según datos de la Organización Mundial del Comercio, el volumen del comercio mundial constituye una parte significativa del producto interior bruto (PIB) global. Sin embargo, la economía global ya no se limita al comercio, sino que también tiene una estructura en la que los mercados financieros están profundamente integrados. Por ejemplo, la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de subir los tipos de interés puede afectar directamente no solo a los ciudadanos estadounidenses, sino también a los tipos de cambio y a las entradas de capital de muchos países, desde Turquía hasta Brasil. Además, la revolución tecnológica es el núcleo de la economía global actual. La proliferación del comercio electrónico, la aparición de las criptomonedas y la incorporación de la inteligencia artificial a los procesos de producción han cambiado fundamentalmente la estructura económica. Por otra parte, las crisis regionales ya no se limitan al ámbito local, sino que tienen repercusiones globales. La guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado un aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo, mientras que la pandemia de COVID-19 ha interrumpido las cadenas de suministro globales y ha elevado los costes de producción. Además, economías en desarrollo como China y la India están desempeñando un papel cada vez más decisivo en la economía mundial, desplazando parcialmente el centro de gravedad del orden económico occidental hacia Oriente. Todo ello demuestra que la economía mundial actual es un sistema abierto a cambios rápidos, lleno de incertidumbre y en el que intervienen múltiples actores.
La economía mundial y su impacto en las personas
El impacto de la economía global en las personas es extremadamente directo y completo. Los precios de los productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana son, en realidad, el resultado de los mecanismos económicos globales. Por ejemplo, el aumento de los precios del petróleo en los mercados internacionales provoca el aumento de los precios de muchos artículos en Turquía, desde el transporte hasta la electricidad. Esto afecta directamente al poder adquisitivo de las personas. Del mismo modo, las fluctuaciones económicas globales también determinan las oportunidades laborales. Las empresas multinacionales que abren sucursales en diferentes países crean oportunidades profesionales internacionales para las personas, al tiempo que aumentan la competencia global. Con la digitalización, el mercado laboral global se ha integrado aún más; hoy en día, un desarrollador de software en Turquía puede prestar servicios a distancia a una empresa en Estados Unidos. Además, la economía global también afecta a nuestros hábitos de consumo cultural. Una serie que vemos en Netflix, una camiseta que compramos en Zara o un café que tomamos en Starbucks son, en realidad, los reflejos más concretos de la economía global en la vida de una persona. En resumen, la economía global afecta a casi todos los ámbitos, desde el consumo diario de una persona hasta las oportunidades laborales, el salario y el estilo de vida. Por lo tanto, comprender la economía global no es solo un conocimiento teórico, sino también un requisito fundamental para que las personas den sentido a sus propias vidas.
Todas estas razones —la economía global que aumenta la interdependencia entre los países, las crisis que traspasan fronteras y afectan al mundo, la tecnología que transforma las estructuras económicas y repercute directamente en la vida cotidiana de las personas— nos muestran lo importante que es comprender este fenómeno. Estas razones nos obligan a comprender, conocer y reflexionar sobre la economía global. Porque la economía global es una de las dinámicas más determinantes de nuestra época, que configura no solo el futuro de los Estados y las empresas, sino también el de las personas. En este dossier, intentaré transmitirles estos puntos.
Kaynakça
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